Donde el pan es arte y el cariño se reparte sin distinción: Escargot, la panadería que honra a los lomitos
Por: Redacción SUMMA 21 de Julio de 2025 | Ciudad de México
En un mundo donde las prisas devoran la ternura, hay lugares que siguen eligiendo la pausa. Panaderías donde cada hogaza se cuece con respeto, y donde el pan no solo se vende, se comparte. Escargot no es una panadería cualquiera. Es un taller de afectos, un punto de encuentro entre el oficio francés y el corazón yucateco. Desde hace 15 años, ha perfeccionado la alquimia entre mantequilla, masa madre y humanidad.
Pero hay un detalle —pequeño para algunos, inmenso para otros— que la vuelve única: en Escargot, los lomitos también reciben pan. Sí, los peludos que rondan sus puertas no son ignorados. No se les corre. Se les recibe, se les ve, se les honra.
Te podría interesar
Porque en esta panadería se entiende algo esencial: el pan no solo alimenta cuerpos. Alimenta vínculos. Y cuando un negocio reconoce el derecho de ternura incluso para quienes no tienen voz —ni dueño—, habla de un modelo de comunidad mucho más justo.
Esto no es una campaña ni un gesto de moda. No es un post viral de un día. Es una práctica cotidiana. Una ética silenciosa que dice mucho: que aún existen espacios donde la empatía hornea futuro.
Desde esta redacción, lo decimos con claridad:
Nos honra visibilizar a los negocios que suman.
Que no solo venden, sino que construyen.
Que no solo alimentan, sino que cuidan.
Escargot es de esos. Y por eso, su pan sabe distinto. Sabe a dignidad, a historia, a cariño sin condiciones. Y sí, también sabe a lomito feliz. Desde Santa Lucía, Itzimná y Montes de Amé, Escargot se ha vuelto parada obligada para quienes visitan Mérida.
No se lo pierdan, y si ven a un lomito feliz, tómense una foto con ellos.
Redacción SUMMA
Comparte este artículo