El origen: cuando emprender era sobrevivir

Corría el año 2020. Las calles vacías, los negocios cerrados, la incertidumbre generalizada. Mientras miles de familias buscaban la forma de adaptarse a una nueva realidad, Gibrán y su esposa encontraron en la cocina de su hogar un punto de partida. Con recursos limitados, pero con una idea clara, comenzaron a preparar mojitos, cócteles y bebidas artesanales que llevaban hasta la puerta de sus primeros clientes.

“Teníamos muy poco capital, pero muchas ganas de hacer algo con nuestras propias manos. En lugar de esperar, decidimos empezar.”

Desde entonces, el proyecto ha mantenido una promesa inquebrantable: ofrecer productos elaborados con frutas 100% naturales, sin conservadores, con un compromiso real hacia la calidad y el servicio al cliente.

El sabor como carta de presentación, la calidad como base

No se trataba solo de vender bebidas. Desde el principio, Los Mojitos de Coyoacán construyó su reputación con base en el cuidado de los detalles: ingredientes frescos, combinaciones equilibradas, atención esmerada y una filosofía muy clara de hospitalidad.

“Siempre quisimos que la gente no solo probara un buen mojito, sino que se sintiera bienvenida, cómoda, como en casa. Ese es el corazón de nuestro servicio.”

Este enfoque permitió que la marca se posicionara con fuerza en el sur de la Ciudad de México. Clientes frecuentes, recomendaciones de boca en boca y un ambiente genuinamente cálido consolidaron la experiencia que hoy muchas personas identifican con Los Mojitos de Coyoacán.

Cierres, caídas y volver a empezar

Como todo emprendimiento construido a pulso, la historia de Gibrán ha estado marcada por momentos difíciles. El más fuerte ocurrió en 2023, cuando tras abrir su primer local físico, se vio obligado a cerrarlo durante seis meses. Sin recursos, con días donde literalmente no había qué comer en casa, pensó en rendirse. Pero no lo hizo.

“Fueron tiempos muy oscuros. Pero no podía dejar que ese fuera el final. Volvimos a empezar, y las cosas comenzaron a fluir de nuevo. Aprendí que cuando uno sigue, la vida responde.”

En 2025, otro cierre inesperado vuelve a ponerlo a prueba. Desde abril, su local permanece cerrado por situaciones externas, y otra vez, la resiliencia se convierte en su mejor herramienta. Pero esta vez, Gibrán no solo resiste: reinventa.

Del mojito al mercado natural: pulpas frutales y chamoy artesanal

Aprovechando el conocimiento adquirido, la infraestructura disponible y la necesidad de mantenerse activo, Gibrán lanza dos nuevas líneas bajo el respaldo de su marca:

• Pulpas Frutales 100% naturales: congeladas, sin conservadores, embolsadas al vacío y listas para su uso en bebidas, coctelería, repostería o consumo directo. Ideales para negocios de alimentos, cafeterías, bares y hoteles que buscan calidad estandarizada con sabor casero.

• Chamoy Artesanal: una receta propia que combina tradición, ingredientes reales y una textura ideal para snacks, frutas y mixología. Un producto versátil, llamativo y sobre todo, auténtico.

Estas nuevas unidades de negocio no son solo una forma de generar ingresos: representan un paso estratégico hacia la diversificación, y una oportunidad real para empresas, comercios y consumidores que buscan productos naturales, confiables y hechos con pasión.

Un emprendimiento con rostro humano

Lo que hace especial a Los Mojitos de Coyoacán no es solo la calidad de sus productos, sino el tejido humano que sostiene al proyecto. Su esposa, su hermana —quien ha estado desde el primer día—, sus tíos a quienes les agradece, quienes en conjunto como su familia que son, han estado trabajando hombro con hombro, siempre sirviendo con entrega y constancia.

“Ver a mis clientes disfrutar, ver a mi familia involucrada, saber que construimos esto juntos… esa es la mejor recompensa.”

Hoy, aunque Gibrán no puede ofrecer bebidas, nos ofrece algo más profundo: ofrece una historia con la que muchas personas pueden identificarse. Una historia de caídas, aprendizajes, reinvención y comunidad.

Por qué esta historia importa: liderazgo desde la trinchera

Desde SUMMA, creemos que el liderazgo que transforma no siempre viene con títulos ni con presupuestos millonarios. A veces, se construye desde la barra de una cocina, desde las entregas a domicilio, desde el dolor de no rendirse.

La historia de Gibrán Zárate representa ese tipo de liderazgo: callado, honesto, valiente. Y profundamente transformador.

Para comercios, distribuidores y aliados que creen en lo natural

Si tu empresa, restaurante, cafetería, bar o tienda de abarrotes busca:

Ingredientes naturales de calidad estandarizada
Productos mexicanos con historia y propósito
Un proveedor comprometido con la excelencia

Conoce las Pulpas Frutales y el Chamoy Artesanal de Los Mojitos de Coyoacán.

-Disponibles en formatos ideales para venta al mayoreo y distribución nacional.
-Hechos con fruta real, sin conservadores, listos para llevar tu negocio a otro nivel.

Súmate a esta historia

Apoyar este proyecto no es solo consumir un producto: es apostar por el talento local, por la economía circular, por el liderazgo con rostro humano.
Desde SUMMA, te invitamos a compartir esta historia, recomendar estos productos, y convertirte también en parte de esta comunidad que no se rinde.

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