México planea 9.5 GW en energías renovables con inversión privada

Por: Redacción SUMMA 2 de Julio de 2025 | Ciudad de México

En una jugada clave para redefinir su perfil energético, México ha anunciado un plan ambicioso que busca atraer entre 6,000 y 9,000 millones de dólares de inversión privada para desarrollar hasta 9.5 gigavatios de capacidad en energías limpias hacia el año 2030. El objetivo: acelerar la transición energética, cumplir compromisos climáticos y reducir la dependencia del gas natural en la generación eléctrica.

El proyecto, liderado por la Comisión Federal de Electricidad (CFE) en alianza con la Secretaría de Energía (SENER), contempla una serie de licitaciones que priorizarán fuentes solares, eólicas e hidroeléctricas. Esta estrategia se diseñó con base en un modelo de coinversión en el que la iniciativa privada no sólo aportará capital, sino también innovación tecnológica, capacidad operativa y mecanismos de financiamiento verde.

“México no puede quedarse atrás en la carrera global hacia la descarbonización. Esta es una apuesta por el crecimiento inteligente, sostenible y competitivo”

El nuevo portafolio de proyectos contempla ampliaciones a parques existentes, reconversión de plantas térmicas y nuevas instalaciones en zonas de alto potencial solar como Sonora, Baja California y Yucatán. Se prevé que este esquema permita sumar más de 50 mil empleos verdes y reduzca en al menos 15 % las emisiones del sector eléctrico para 2030.

A nivel geopolítico, esta acción también representa una lectura clara del momento: la diversificación de las cadenas de suministro global y la presión por energías limpias en tratados comerciales como el T-MEC exigen que México mejore su matriz energética no solo por razones ambientales, sino por competitividad y atracción de inversión extranjera directa.

Sin embargo, analistas advierten que el éxito de este plan dependerá de factores estructurales como la certidumbre regulatoria, la modernización de la red de transmisión y la agilización de permisos ambientales. Organizaciones como el Consejo Coordinador Empresarial y la Asociación Mexicana de Energía han expresado su disposición a colaborar, siempre que el marco legal y técnico garantice transparencia y rentabilidad a largo plazo.

Una transición obligada, una oportunidad estratégica

México ha llegado a un punto de inflexión. Este viraje energético no sólo responde a una necesidad climática global, sino a una lógica económica ineludible: quien invierta en renovables, ganará en competitividad, estabilidad y futuro. Si se logra concretar, el plan colocaría al país en una ruta más ambiciosa que la asumida por varios de sus socios comerciales.

El desafío será transformar el anuncio en infraestructura real, el capital en transformación energética, y las promesas en megavatios verdes que impulsen desarrollo, soberanía y futuro. El reloj energético ya está corriendo.

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